Las personas con alguna discapacidad intelectual o las personas discapacitadas también tienen sus deseos sexuales como cualquier otra persona, los discapacitados reclaman y necesitan la legalización de personal expertos que les ayuden a satisfacer sus deseos sexuales, que les ayuden a vivir su sexualidad ya que tienen todo el derecho del mundo como es normal. Son personas con diversidad funcional que apuestan por una vida independiente. Y por esa independencia hacen pública la necesidad de legalizar la figura de un asistente sexual que les ayude a conocerse y a descubrir las necesidades que a muchos les es imposible satisfacer. Y es que por ejemplo, tener ayuda para visionar en internet porno gratis diario puede servir para relajarles y acercarles a un estado de salud sexual apetecible.
Estas personas no tienen la facilidad que por ejemplo ir a un bar, a una discoteca a tomar una copa y poder así ligar, es mas, en muchos locales su entrada incluso es impedida lo que es una completa barbaridad además de una ilegalidad. Luego estan las malditas barreras arquitectónicas. Estas personas llevan una vida normal, repletas de actividades disponiendo de asistentes personales que les ayudan a comer, cenar, maquillarse, ir al baño, meterse en la cama, pero, que pasa con el sexo? ese es el principal debate en España llevado por la organización Sex Asistent Cataluña, reivindican la necesidad de legislar esta figura como una opción sexual y piden que las necesidades afectivas y sexuales de este colectivo dejen de ser un tabú lo que sería de ser normal.
En España una vez mas vamos con cierto retraso ya que en paises como Dinamarca, Holanda, Suiza, Bélgica o Alemania por ejemplo la asistencia sexual se considera un servicio de salud y como tal está subvencionado desde hace más de veinte años por los respectivos gobiernos, aquí, en nuestro país el debate no ha hecho mas que empezar. A este debate debemos de sumar la exclusión económica que se une a las necesidades afectivas y sexuales, se suman las necesidades económicas a las que están atadas las personas con diversidad funcional tendremos un problema que cada ves se nos agranda mas, «Si no accedemos al mercado laboral debido a nuestra discapacidad, tenemos una pensión no contributiva de 300 euros al mes. Vivimos al borde de la exclusión», se indigna y con razón R. Reoyo. «Se nos considera a las personas discapacitadas como niños eternos y debemos acabar con ese prejuicio». Silvina está de acuerdo con Rafael: «El derecho a la sexualidad de las personas con diversidad funcional ha sido encubierto de mitos y tabúes, de ángeles y demonios, de pecados y delitos. Es tiempo de protagonizar el cambio, aun a riesgo de errores o críticas. La sexualidad es una condición de vida, y no de supervivencia. Cualquier día el discapacitado puedes ser tú», concluye.
La sociedad no puede seguir mirando hacía otro lado referente a problemas como el que os hemos detallado, todas las personas deberíamos de poder disfrutar de la sexualidad con total libertad y aquellas que no son capaces por discapacidad deberían de tener el apoyo de las administraciones, enfada y mucho que haya dinero para verdaderas chorradas y no para la necesidad real de una parte de la población.